
Pongámonos en situación: Un buen amigo contacta con nosotros; ha discutido con su novia, con la que vive, y se quiere venir a dormir a casa para capear el temporal. Pasada una semana, nos confiesa que la relación con su chica está en realidad rota, y que lo dejaron porque él atravesaba una mala racha: Entre otras cosas, lo habían despedido. “Préstame algo de dinero, anda, para salir al paso”, te pide. Tú se lo prestas, porque para eso están los amigos....